Fuimos y vinimos
muchas veces, sin pensar;
nos amamos con un fuego
imposible de apagar.
Juntos: el amor más
puro;
alejados: inquina total.
Y sin embargo al tiempo,
nos volvemos a buscar…
Conexión inexplicable
que no surge del azar,
no se encoje, ni se gasta,
ni le importa el qué dirán.
Fibra que baja del cielo
y viene del más allá,
amarrándonos las almas
en un sueño sin final
Que imán tan fuerte los cuerpos
que no pueden despegar
de sabanas encantadas,
lujuriosas por demás.
Corazones que armonizan
con galope similar,
jugando como los niños:
al siempre, nunca, jamás…
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