martes, 4 de enero de 2011

Nada es igual...


Alerta meteorológico

La atmósfera padecía, enrarecida. Los gnomos gimoteaban la impotencia de las miserias humanas, que multiplicadas en oleadas destructivas arrasaban sin piedad.

Se opacó el cielo, inminente peligro de tempestad en un Apocalipsis que reivindica la conciencia de unidad fraternal.


Nada es igual

Después del espanto, talla el resentimiento su cantinela de revancha.
Delación plagada de premeditación apuntado al centro de la vida con alevosía. Nunca volvió a ser, más que una reminiscencia de lo que pudo.


Y al despertar soñó…

Maraña de emociones sacuden el sueño del místico azar. Espera que desespera el retorno de la magia, con su carruaje de ensueños que se demora en llegar.


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