jueves, 14 de octubre de 2010

Voluptuosidad


Pielhojarasca que huele a primavera,
labios umbríos  susurran un poema.
Tu mirada capaz de estremecer al mismo infierno
y  una ausencia que no cesa de pedirme perdón.

Vuelo constante entre mi risa y tu gesto,
cielo dormido en el rincón del adiós,
felicidad  de poder recordarte
en cada letra que el viento  trae en tu honor.

¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes…
Soñando aquello que el tiempo se llevó,
Tus manos,  refugio  donde acurrucarme,
Tu mundo,  misterioso burdel de tentación.

Desde siempre habitaste el alma de mis penas,
diestro ungüento en rescatar mi fascinación,
tanto me enseñaste que no ha de alcanzarme  esta vida,
para agradecerte hasta el desamor.

El texto en negrita corresponde a una prosa de Oliverio Girondo

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